Los astrónomos han encontrado evidencias de la existencia de un púlsar en el centro de nuestra galaxia, La Vía Láctea . El centro galáctico, como creen los científicos, está marcado por un gigantesco agujero negro, un objeto con tal gravedad, que nada, ni la luz, puede escaparse.

Todos los demás objetos de la Vía Láctea (incluyendo nuestro Soly la Tierra) giran alrededor del centro de la galaxia. Más cerca del centro galáctico, millones de estrellas se arremolinan alrededor del agujero negro, en el centro de la galaxia, como abejas alrededor de un panal.

Ahora los astrónomos han descubierto lo que parece ser un púlsar y está aproximadamente a tan sólo un año luz del agujero negro. Un pulsar es una estrella muerta que gira rápidamente sobre si misma, hasta miles de veces por segundo. Su tamaño es más pequeño que una gran ciudad pero es más masivo que nuestro Sol. Como un faro, un púlsar emite radiación en rayos x (también en ondas de radio y rayos gamma), de modo que los astrónomos descubren un pulso de radiación con cada vuelta del púlsar.

Los astrónomos a menudo comentan que los púlsares sirven como relojes que funcionan de manera exacta. Es porque un pulsar típico gira con la misma intensidad y precisión durante mucho tiempo. Así, los astrónomos pueden usar los púlsares para supervisar el flujo de tiempo. Esto significa que el púlsar recién descubierto podría ayudar a los científicos a probar la teoria de la relatividad general de Einstein, que se manifiesta más en las regiones de gravedad mas fuerte.